A 375 kilómetros de Buenos Aires se encuentra Villa Gesell, una de las ciudades balnearias más importantes de la costa atlántica que ofrece una gran infraestructura de alojamiento junto a servicios de descanso y turísticos que completan una excelente oferta de distensión y disfrute para quien la visite.

Carlos Idhao Gesell fue el pionero en la fundación de la ciudad como tal. Entre 1931 y 1932, adquirió los terrenos costeros que hasta entonces eran considerados «inútiles» por hallarse cubiertos de dunas. Ante esto, Carlos inició un proyecto particular con el fin de fijar la arena: forestó intensivamente con coníferas y acacias, que durante las décadas posteriores dieron resultado y posibilitaron que Villa Gesell se convierta en lo que es hoy.

Por eso, la ciudad se encuentra rodeada de una enorme área boscosa donde proliferan pinos, eucaliptos y tamarindos, entre otros ejemplares. Un entorno natural muy llamativo — con el mar, claro — combinado con pintorescas calles e innovadoras edificaciones.

Sus playas son un atractivo por naturaleza propia. Las finas arenas invitan a practicar diversas actividades al aire libre tales como voley, natación, jet ski, windsurf, paseos en lancha, pesca deportiva o buceo.

Otras opciones muy tentativas son las travesías en 4×4, paseos en cuatriciclos o una visita al Paseo de los Artesanos. Además, la villa está totalmente equipada para recibir a familias y amigos en numerosos pubs, teatros y bingos. Si bien las medidas de higiene y los protocolos se encuentran dados, se ruega la cooperación y el respeto de las medidas sanitarias a quien la visite.

Foto: VANT