A unos 125 kilómetros de la ciudad de Córdoba se encuentra La Cumbrecita, un pequeño y carismático pueblo enmarcado en un bello valle de las Sierras Grandes. Destacan sus casas de estilo centroeuropeo concentradas a la vera de los senderos que atraviesan el bosque.

Además, se trata de uno de los pocos pueblos peatonales de la región, es decir, se prohibe el ingreso de vehículo. No obstante, se puede llegar en auto sin problemas por un camino asfaltado, o bien contratar el servicio de bus Pájaro Blanco.

Los pocos más de 800 habitantes de este tranquilo poblado lo describen como un refugio de tranquilidad, en donde la naturaleza y la mano del hombre han logrado mantener un equilibrio único. Todas las personas que lo visitan se consideran guardianes de la biodiversidad.

Todos los recorridos están especialmente hechos para ser realizados a pie. Se puede pasar por debajo de cascadas, visitar bosques añosos llenos de mágicos senderos, ríos de agua cristalina y las típicas construcciones que se entremezclan en un fantástico marco natural y ecoamigable.

Además, como el pueblo es visitado por una importante cantidad de turistas al año, está equipado con hotelería, cabañas, suites de primera calidad, complejos recreativos, contrataciones de excursiones para turismo aventura (¡recomendado!), bares y restaurantes.

La Cumbrecita es, sin lugar a dudas, un pueblo salido de un cuento.