A 320 kilómetros de San Fernando del Valle, capital de Catamarca, se encuentran las termas de Fiambalá, un entorno que por su distancia a cualquier gran urbe brinda una inmensa intimidad y tranquilidad.
Allí, a 1.500 metros sobre el nivel del mar, el agua caliente que fluye desde las entrañas de la Cordillera de los Andes invita a relajarse y disfrutar de un ambiente único. Por las altas temperaturas del agua, que oscila entre los 28 y 51 grados centígrados, es posible aprovechar sus beneficios durante todo el año, en medio de paisajes increíbles y aire fresco que, juntos, regalan una experiencia única.
Por la noche, las miles de estrellas que se pueden apreciar en el cielo generan un sentimiento de soledad, de paz. Pero rápidamente se logra valorar una vista espectacular que, durante el día, se transforma en un paisaje marrón rojizo que recuerda a las decenas de asentamientos de adobe avistadas durante el camino.
En tanto, los vapores de las aguas termales son altamente beneficiosos, ayudando a despejar las vías respiratorias de las personas y logrando un efecto analgésico natural. Asimismo, las termas están clasificadas en hipertermal, sulfatada, silicatada, alcalina bicarbonatada y clorurada.
Las termas de Fiambalá dan cobijo en el frío territorio cordillerano con una propuesta única, divertida y, sin duda, inolvidable.
Foto: Catamarca Turismo – Carolina Cabrera
Alojamientos Argentina es una guía gratuita de establecimientos turísticos de Argentina, organizada por regiones que incluyen: Buenos Aires y Costa Atlántica, Córdoba y Centro, Región de Cuyo, Norte, Patagonia y Litoral.
Desarrollado por